El filial del Gran Canaria Teldeportivo se proclamó campeón de liga de la categoría preferente organizada por la Federación de Fútbol de Las Palmas. Un título conseguido a base de trabajo y en una temporada con muchos cambios en el seno de entidad isleña. Made Martin es la entrenadora del nuevo campeón de liguero y con mucha culpa en la consecución de los éxitos.
Made Martin es una de las piezas fijas en la entidad teldense. Primero como jugadora y ahora en los banquillos al frente de varios equipos de la cadena. Su trabajo en el día a día ya cuenta con el reconocimiento en forma de títulos.
¿Ha sido tan fácil como parece?
No. Desde el primer día de pretemporada ya se palpaban buenas sensaciones. Las chicas tenían muchas ganas y las nuevas incorporaciones se adaptaron muy rápido al bloque de la temporada anterior, donde la mezcla de veteranía y juventud lo hacía aún más especial. A medida que transcurría la competición, se iba plasmando lo trabajado entre las cuatro rayas y los resultados se iban dando a favor. Pero han sido un trabajo difícil en el que todos hemos aportado
¿Cómo es el grupo humano?
Ha sido muy fácil trabajar con este grupo que ha estado predispuesto desde el principio y con muchas ganas de conseguir algo bonito. Salvo tres de ellas, nunca habían conseguido nada a nivel de equipo en lo deportivo y querían quitarse esa espinita clavada.
O sea… todo de color de rosa.
Para nada. También hemos tenido momentos menos buenos como en todas las familias. Donde hemos cambiado la pelota en algún entrenamiento por mirarnos a los ojos y volver a conectarnos entre nosotras. De eso trata el juego colectivo, de equipo. De saber parar en algún momento para reconducirlo todo.
¿Qué es lo siguiente?
Seguir trabajando. Estas jugadoras quieren más y nos toca terminar los partidos de liga, en la que nos gustaría terminar invictas, y centrarnos en la Copa FIFLP. Después vendrá el campeonato de Canarias que nos medirá al campeón de la provincia de Tenerife y seguirá lo que tenga que seguir. Eso dentro de esta temporada. Mi meta como entrenadora es que muchas de ellas lleguen al primer equipo de la cadena y eso debe ser un trabajo duro también por parte de ellas.
¿Por qué se dice que “Todo empezó en el 1234”?
Así es, todo empezó en el 1234. Es algo entre nosotras; directiva, jugadoras y parte de mi cuerpo técnico. Una reunión que tuvimos antes de la pretemporada y en la que se sentaron las bases de muchas de las cosas que ahora han dado están dando frutos. Es casi nuestro grito de guerra y nuestro punto de reunión.
¿Muchos agradecimientos?
Por supuesto. Bastantes. Los primeros a cada una de las jugadoras. El sacrificio personal que hacen día a día combinando su vida personal con el compromiso grupal y deportivo es digno de muchos elogios. Han hecho esfuerzos estratosféricos para no faltar a ningún compromiso. También el esfuerzo de las familias por estar pendientes de ellas y animarnos en cada partido. A la directiva del club, que siempre está ahí para escuchar todas mis peticiones, aunque sean descabelladas y a veces locuras mías. Por último y no menos importante, me gustaría hacer una mención especial a Begoña, Ainhoa y Angelica por estar al pie del cañón en cada entrenamiento y partido. Son piezas claves en este logro.
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